Galletas ¿Si o No?
Cuando comencé mi búsqueda
de bienestar y de incrementar mi consumo de COMIDA REAL, una de las primeras
cosas que eliminé de mi despensa diaria fueron las galletas. Y es que la
infinita variedad que encontramos en cualquier supermercado, son MUY mala opción.
Una de las preguntas
más frecuentes que tiene la gente con la que trabajo es ¿qué opción de galleta
saludable hay en el mercado? Y la verdad es que yo no he encontrado NINGUNA. Aunque
el consumo de galletas esté tan normalizado, especialmente entre los niños, NO
SIGNIFICA que sean un buen alimento. Es más, ¡las opciones dirigidas a los
niños, suelen ser las peores!
Las galletas son,
normalmente, productos ultra procesados (PUP), fuente de ingredientes baratos y de mala calidad:
- Harinas refinadas (de trigo, de arroz, maíz, etc.) fortificadas y/o
enriquecidas con vitaminas o fibra puesto que estos nutrientes se han perdido completamente
al momento de procesar la materia prima y transformarla en harina. Las harinas
refinadas tienen la misma respuesta hormonal en tu cuerpo que el azúcar.
- Azúcar, o cualquiera de sus miles de sucedáneos, naturales
o artificiales, que, al final de cuentas, tienen igualmente efectos adversos
para la salud.
- Aceites vegetales
refinados (de soya, maíz,
girasol, canola, etc.) hidrogenados, parcialmente hidrogenados, margarinas o
grasa vegetal, altamente inflamatorias.
- Grandes cantidades de sal
- Larga lista de aditivos (colorantes, saborizantes, emulsionantes, endulzantes, que son aditivos “cosméticos”, utilizados por la industria alimenticia para restaurar, imitar o exacerbar el gusto, textura, color y/o densidad nutricional de un producto, que ha perdido todo su valor nutricional durante su procesamiento).
Este tipo de productos son muy calóricos, poco nutritivos, poco saciantes y, lo peor de todo, es que desplazan el consumo de alimentos REALES, como una fruta, frutos secos o un yogurt NATURAL.
Tenemos que entender un punto clave: el alimento ES
INFORMACIÓN para tu cuerpo. Aunque constantemente escuchemos que “una caloría
es una caloría”, esto es FALSO,
“…no todas las calorías han sido creadas
iguales”
Dr. Mark Hymann.
Una manzana por ejemplo, es mucho más que la suma de
sus nutrientes aislados (sinergia). Comerse una manzana entera tiene un impacto
diferente en tu cuerpo que tomar un jugo de manzana y totalmente diferente que
tomarte un zumo de manzana, aunque los tres tuviesen la misma cantidad de
calorías.
Cuando se altera la matriz de un alimento al
procesarlo, se cambia la manera en la que esta información llega a nuestro
organismo. Y aunque se haga el intento de restituir los nutrientes perdidos, el
efecto en el cuerpo no es el mismo. Por eso, no te dejes engañar por la “pinta”
del producto o por su publicidad. Que diga que es “light”, “sin gluten”, “vegano”,
“fuente de vitaminas”, “fuente de fibra”, “sin colesterol”, “fuente de calcio”,
y un gran etc. NO SIGNIFICA QUE SEA COMIDA REAL.
Si quieres una galleta, te propongo esta receta, SIN HARINA, cuyo ingrediente principal son porotos o frijoles blancos, que son una excelente fuente de fibra, vitaminas (especialmente C, B12, B6 y A), minerales (como zinc, potasio y hierro), y proteína vegetal. Los porotos blancos además, tienen un sabor muy neutro, por lo que ¡ni te vas a dar cuenta de que son la estrella de esta receta!
Coco – Choco Chips de poroto
Ingredientes:
- 1 taza de porotos blancos cocidos (yo los remojo por lo menos 12 horas y luego los cocino en la olla a presión por unos 15 a 20 minutos).
- 1 taza de coco rallado.
- 2 cucharas de aceite de coco.
- 2 cucharas de miel (puedes usar miel de caña u otro endulzante natural para hacerlas veganas).
- 1 chorrito de esencia de vainilla.
- 1 pizca de sal rosada.
- 2 cucharas de chispas de chocolate (yo uso chocolate 85% cacao, cortado en pedacitos chicos).
Procedimiento:
1. Precalentar el
horno a 200º.
2. Procesar los
porotos escurridos en el procesador de alimentos, hasta que quede una pasta suave y
cremosa. No uses nada de agua.
3. Incorporar el
aceite de coco, la vainilla y la sal y volver a procesar.
4. A esta mezcla
incorporar el coco rallado, la miel, y las chispas de chocolate, mezclar todo (mejor
con las manos) hasta que se forme una masita firme.
5. Dejar reposar unos 15 minutos en el refrigerador
para que la masa se compacte.
6. Forma las galletas
del tamaño que prefieras (a mí me gustan chiquitas), asegurándote de que tengan
un tamaño homogéneo para que se cocinen parejo.
7. Acomodar las
galletas en una bandeja apta para horno con papel anti adherente.
8. Hornear por unos
15 minutos, volteando las galletas una vez, si fuera necesario, hasta que estén doraditas.
Y voilà!! Quedan muuuuy bien, ni te vas a enterar de que
estás comiendo porotos. No son tan firmes como las galletas que llevan harina
de trigo, pero son suavecitas, dulcecitas y deliciosas.
Bon appétit
Alejandra Navarro Rossetti
Coach de Bienestar Integral
Socia Active Balance Life
Cel. (591) + 772 85073
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