Kéfir «Sentirse bien»
“Toda relación es una relación de dar y recibir.
El dar engendra el recibir, y el recibir engendra el dar”.
Deepak Chopra
¿Qué es el
kéfir?
El kéfir es una bebida fermentada, probiótica, muy beneficiosa para la
salud de nuestro intestino. Está, literalmente, llena de «vida» ya que contiene
una combinación de bacterias y levaduras, que ayudan a mantener y regenerar
nuestra flora intestinal.
La bebida se obtiene de un
proceso de fermentación. Los nódulos, granos o búlgaros de kéfir (formados por
cultivos de bacterias y levaduras) se añaden a leche o agua azucarada (de
acuerdo al tipo de nódulo que se tenga) y éstos actúan fermentando los azucares
en un lapso de 24 - 48 horas, formándose la bebida en cuestión.
Personalmente, me encanta todo con relación al kéfir! Desde los beneficios que aporta a la salud, hasta la forma en la que se consiguen los nódulos. Por las características de esta bebida, no es posible industrializarla, por lo que, normalmente, los nódulos se obtienen a través de una donación.
La colonia de bacterias, normalmente, se reproduce
rápidamente, por lo que luego de unas semanas, es posible duplicar su cantidad
y da la opción de donar los nódulos a otras personas. Me fascina la idea de no
tener que comprarlos y de poder regalarlos para que más y más gente se
beneficie (mi esposo le dice a esto la
sociedad secreta del kéfir!).
Propiedades del Kéfir
El kéfir aporta probióticos, organismos vivos que ayudan
a las defensas del cuerpo y a su funcionamiento. Forman una barrera contra el
desarrollo de virus, gérmenes nocivos y alérgenos. Son capaces de multiplicarse
en el tracto digestivo y de fortalecer la flora intestinal natural. Estimulan
la producción de anticuerpos y también degradan las toxinas.
El kéfir facilita la digestión y elimina problemas de estreñimiento. Es un remedio natural para tratar alergias, actúa como antibiótico natural, ayuda al tratamiento de enfermedades como candidiasis, psoriasis, eccema, acné, rosácea, artritis. Ayuda a la regulación de la presión arterial y los niveles de glucosa en sangre. Disminuye los efectos nocivos de los medicamentos e incluso ayuda a mejorar los trastornos del sueño.
Existen dos tipos de kéfir: de agua y de leche. Los dos
tipos contienen la misma micro flora, por lo que los beneficios que aportan son
similares. La diferencia está en que cada uno se ha adaptado a un medio
distinto.
Kéfir de leche
Los nódulos de kéfir de leche tienen la apariencia de la coliflor pero son suaves y un poco pegajosos.
Para preparar la leche kefirada, se introducen los nódulos en un recipiente de vidrio, se añade la leche (1/2 litro de leche por cada cuchara de nódulos). Se deja el recipiente cerrado (ya sea con la tapa o con un paño de tela y una liga) a temperatura ambiente por 12 a 36 horas, dependiendo de la consistencia que queramos que tenga el kéfir. Mientras menos horas, más líquida será la bebida y menos ácida. Además, mientras menos horas se deje la leche kefirar, la bebida tendrá un ligero efecto laxante.
Repite el proceso con leche entera fresca.
La bebida resultante puede saborizarse con fruta fresca,
panela, azúcar de coco o miel de caña. La miel de abeja no es recomendable en
este caso por ser antimicrobiana.
La velocidad de la fermentación se ve influida por la
temperatura ambiente, la calidad de la leche y la cantidad de nódulos. Lo ideal
sería utilizar leche fresca entera de cabra, pero si no es posible, la leche de
vaca pasteurizada funciona también. Procura que tu leche sea lo más natural
posible (que no tenga ingredientes!)
Kéfir de agua
Si bien el kéfir de leche es bien tolerado por personas
intolerantes a la lactosa (dado que los nódulos se alimentan de ésta), el kéfir
de agua suele ser mejor opción en estos casos, al ser una bebida 100% libre de
lactosa.
Los nódulos de kéfir de
agua tienen un color traslúcido, entre amarillo y rosa.
Para preparar el kéfir de agua, se introducen los nódulos
en un recipiente de vidrio, se añade chancaca, panela o azúcar de coco (1
cuchara por cada cuchara de nódulos). Se añade agua filtrada o hervida, nunca
del grifo, y si deseas, puedes además añadir alguna fruta seca y un limón
partido en dos. Yo le pongo también una pisca de sal marina o sal rosada para
añadirle minerales a la bebida. Se deja el recipiente semi cerrado (ya sea con
la tapa o con un paño de tela y una liga) a temperatura ambiente o bien en el
refrigerador por 24 a 48 horas. Mientras más horas pasen, la bebida tendrá un
sabor más cítrico y se hará más carbonatada.
Luego, se cuela el líquido resultante con un colador no
metálico. Es importante lavar el frasco sólo con agua, sin utilizar ningún tipo
de detergente antes de repetir el proceso.
La bebida resultante en si no tiene un sabor muy fuerte
por lo que es buena idea saborizarla con fruta fresca, frutos secos, jengibre,
canela, jugo de fruta, vainilla, algún cítrico o hierbas aromáticas.
Puedes hacer una segunda
fermentación con la bebida resultante. Una vez retirados los nódulos, añade
trozos de fruta (manzana, pera, piña, cirhuelas, pasas, arándanos, frutillas,
higos) y deja la bebida por 24 horas más en el refrigerador. El resultado: una
bebida carbonatada, deliciosa y llena de salud!A tomar en cuenta
Los nódulos pueden reproducirse y vivir por mucho con
ciertos cuidados sencillos:
- Procura utilizar envases de vidrio
- Evita utilizar metal o aluminio en el manejo de tus nódulos (usa más bien un colador plástico y cuchara de madera o plástico)
- Utiliza agua filtrada para lavar tus envases y los nódulos cuando fuese necesario. Evita el agua del grifo ya que el cloro que contiene puede matar los nódulos
- Usa leche entera, de ser posible de cabra.
- Evita utilizar azúcar blanca (procesada) al hacer el kéfir (y en general en tu vida!). Opta mejor por chancaca o panela, azúcar de coco o miel de caña
- Si te cansas del kéfir o si tienes que salir de viaje, puedes dejarlo en el refrigerador con agua muy azucarada o con leche (según los nódulos que uses), hasta por 10 días. Luego de ello, botas la bebida y comienzas el proceso normal.
- Si necesitas más tiempo, puedes congelar los nódulos bien secos y en un envase cerrado. Yo congelo el kéfir de leche en un poco de leche. Para reactivarlos, déjalos descongelar y sigue el proceso normal. Es mejor eliminar la primera bebida.
El cuidado del kéfir es, sin duda, un trabajito extra, pero los beneficios que aporta a tu salud bien valen el esfuerzo!
Cuando tu colonia se haya multiplicado, dona los nódulos que no vayas a usar. Logremos que los beneficios de esta bebida sean accesibles para la mayor cantidad de gente posible!
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Páginas consultadas:
• https://mujerholistica.com
• http://www.elnuevoherald.com/vivir-mejor/salud
• http://www.ifeelmaps.com/blog/2014/11/
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